La violencia es rechazada por todos pero claro, los que hablamos de paz, no acabamos de perder un niño o niñas de hambre. Nos gusta vernos desde la postura de la imposibilidad de toda acción. Pero en realidad esa postura no es más que el reflejo de nuestro egoísmo. Ese egoísmo que nos hace ver la foto de abajo, y todavía preguntarnos "¿Que voy a hacer? Soy un mero individuo, yo no puedo hacer nada. Esto debe de ser resuelto por los gobiernos". Con esto cambiamos de tema y al poco ponemos la tele para ver nuestro programa favorito y ya no recordamos a este niñito desnutrido llorando desconsolado.
Nuestro egoísmo nos hace creer que esta sociedad con nuestro consumismo imparable esté bien o como mínimo que no podemos hacer nada para cambiarlo. Estamos vacíos y seguimos comprando, aferrándonos a todo lo que tenemos, atemorizados siempre por perderlo. Estamos así por que nuestra conciencia no nos deja ser felices tolerando tanta opresión, violación, hambre y muerte de nuestros hermanos. Esta es la verdad y por más que busquemos a Dios, bebamos o nos droguemos, nos inchemos a fumar, leamos libros de autoayuda, y demás historias, seremos unos infelices, por tolerar, sin mover un solo dedo, tanto mal tanto dolor tanta perdida y humillación en nuestros hermanos.
No hablamos de partiendo de la saciedad de todos, tener un coche mejor o una casa con piscina. Estamos hablando del lujo de unos, a costa de la esclavitud económica, del hambre y la muerte de la gran mayoria.
Llega el momento de decir NO a este capitalismo, se lo debemos.
Liberemonos de este materialismo vació. ¡Digamos NO a la Propiedad Privada!
¡No a la autoridad! que no le importa más que perpetuarse en su cargo.
Pidamos
¡¡¡¡PAN CASA Y BIENESTAR PARA TODOS!!!!
Pidamoslo hasta que nos duela la garganta.
Os juro que entonces descubriremos lo que quiere decir
la felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario